Las distribuidoras cobran un coste de gestión por cambiar la potencia contratada. Este coste de cambio de potencia no lo aplica OCUO si no que lo aplica la distribuidora (los dueños de la red) y cuesta lo mismo tanto si tu comercializadora es OCUO como si es otra.
Bajar la potencia tiene un coste de alrededor de 11 euros, sin importar cuánto bajes. Te llegará en la factura posterior al cambio bajo el concepto "derechos de enganche".
Subir la potencia tiene un coste de alrededor de 45 euros por cada kW que subas. Te llegará en la factura posterior al cambio bajo el concepto "derechos de extensión y de acceso".
Dependiendo de cuál sea tu distribuidora, podrían cobrarte por otras gestiones o depósitos como los del boletín (50-200 euros).
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